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8 ene 2011

Los yucatecos alegaron que México al dejar de ser una federación rompía su pacto con Yucatán y no formaba más parte de México, pues se habían violado las cláusulas de la incorporación de la península.
Los federalistas yucatecos soportaron la situación solamente cinco años, en Yucatán se empezó a formar un ejército federalista en forma secreta para tratar de repeler a los centralistas.

Declaración de independencia
El ejército federalista de Yucatán comandado por el capitán Santiago Imán tomó la ciudad de Valladolid, y el 12 de febrero de 1840 emitieron un acta, donde se establecía que el federalismo debía ser restaurado como forma de gobierno para combatir la pobreza en el territorio. El acta exigía el reestablecimiento de la Constitución Mexicana de 1824.
Seis días después, en presencia de las tropas de la guarnición de Mérida (capital de Yucatán) al mando de Anastasio Torrens, y una gran cantidad de simpatizantes, se firmó el acta en la que se apoyaba al movimiento triunfante de Valladolid y se proclamaba la independencia del territorio yucateco, hasta que el gobierno centralista mexicano reconociera que el Estado de Yucatán era libre e independiente y se reestableciera la Constitución Federal de 1824. El 6 de junio de 1840, la ciudad de Campeche (entonces perteneciente a Yucatán) se rindió a los federalistas tras un sitio militar. El gobierno centralista de México le declaró la guerra a Yucatán.
El 16 de marzo de 1841 estando en junta el primer Ayuntamiento Constitucional de Mérida, irrumpió en la sala un grupo de personas encabezadas por Miguel Barbachano y Terrazo (futuro gobernante de Yucatán). Sin violencia y sin armas solicitan al Cabildo que se haga la petición al Congreso, requiriendo la independencia de Yucatán. Al aceptar el Ayuntamiento se desató la euforia del grupo y se dice que hubo un atronador y unánime aplauso. Dentro de esa euforia algunos miembros del grupo arriaron la bandera mexicana, sin medir las consecuencias, y enarbolaron en su lugar un pabellón que se llamó yucateco. Oficialmente unos días después se removió el lábaro mexicano de barcos y edificios en favor de La Bandera Yucatanense.
El primero de octubre de 1841, la Cámara de Diputados local aprobó el Acta de Independencia de la Península de Yucatán. El primer artículo decía lo siguiente:
El pueblo de Yucatán, en el pleno uso de su soberanía se erige en república libre e independiente de la nación mexicana.

Constitución yucateca de 1841
La Constitución de Yucatán fue una muy novedosa para su época. Algunas de sus innovaciones fueron las siguientes:
Garantías individuales: derechos fundamentales de todos los habitantes del estado ya fueran nacionales o extranjeros.
Declaraba la libertad de culto en el artículo 79: "a ninguno podrá molestarse por sus opiniones religiosas, y tanto los que vengan a establecerse en el país, como sus descendientes, tendrán garantizado en él el ejercicio público y privado de sus respectivas religiones". Aunque la religión de estado seguía siendo la católica.
Establecía un jurado popular en su artículo 69.
Suprimía fueros civiles o militares en el artículo 73.
La innovación más importante y que heredó a las leyes mexicanas es la figura del amparo consagrada en el artículo octavo y en la fracción I del artículo 62.

Santa Anna, presidente de México
Don Andrés Quintana RooMientras esto ocurría en Yucatán en la ciudad de México el gobierno del presidente Anastasio Bustamante estaba muy debilitado por los constantes levantamientos armados de la época, Había un caudillo rebelde que habría de tomar el gobierno de México: Antonio López de Santa Anna. Santa Anna congregó a todos los rebeldes en Tacubaya y ocupó la presidencia de la República en octubre de 1841 y radicalizó mucho más la postura centralista de su gobierno. Yucatán no apoyó dicho movimiento, cumpliendo el acuerdo de no obedecer los mandatos mexicanos hasta que hubiera un gobierno federal.
Santa Anna, el nuevo presidente, comisionó a Andrés Quintana Roo —oriundo de Mérida—, para establecer un diálogo con las autoridades yucatecas y el Congreso Yucatanense con el fin de que se reincorporasen a México. La labor de Quintana Roo rindió frutos y se firmaron los tratados del 28 y 29 de noviembre de 1841. En ellos se manifestaba que Yucatán conservaría sus leyes y aranceles de aduanas, así como la libre introducción de mercancías a los puertos de la República, entre otras ventajas para Yucatán.

Violación de los tratados de Andrés Quintana Roo.
Ya en la Ciudad de México, sede del gobierno centralista de Santa Anna, los tratados de Andrés Quintana Roo y Yucatán fueron ignorados. El gobierno centralista exigía que Yucatán se uniera a México y aceptara plenamente el Plan de Tacubaya, y que el territorio yucateco debía de someterse a todas las leyes del Congreso constituyente establecido por el dictador veracruzano. Se exigía además que Yucatán rompiera toda relación con Texas, pues México estaba en guerra contra los texanos. Se intentaron varias vías diplomáticas, pero todo fracasó.

Invasión armada a la Península
Al fallar en su intento por someter a Yucatán el general Santa Anna envió fuerzas militares a la península para abatir a los federalistas. En agosto de 1842 se presentó una escuadra militar mexicana en las costas de isla del Carmen (actual Ciudad del Carmen, Campeche) conformada por cuatro buques de guerra comandada por el capitán Tomás Marín, exigiendo la reincorporación de Yucatán a la República Mexicana. A los pocos días tomaron la ciudad sin encontrar resistencia militar.
El acceso entre México central y Yucatán era forzosamente por barco, debido a que no había vías de comunicación terrestre. Además por la forma del país, es mucho más rápido llegar de Ciudad de México a Yucatán por mar saliendo de Veracruz, pues se traza una vía recta, mientras que por tierra la distancia aumenta considerablemente.
El ejército santannista fue reforzado por cuatro mil hombres traídos de Veracruz y avanzaron a su siguiente objetivo: Campeche, ciudad que estaba protegida por sendas murallas para defenderse de los ataques piratas. Tomaron la ciudad de Champotón (en el actual estado de Campeche), y tras varios intentos de tomar Campeche decidieron ir sobre la capital, Mérida. Desembarcaron en el puerto de Telchac y tomaron una por una las ciudades de Motul, Tixkokob y Tixpéhual.
Los ejércitos mexicanos llegaron a la hacienda de Pacabtún en las inmediaciones de Mérida, cuando se enteraron que los yucatecos ya tenían preparada la defensa de Mérida y contaban con el refuerzo de once mil indios mayas. El 24 de abril de 1843 el general Peña y Barragán (centralista mexicano), se rinde y se compromete a retirar sus tropas por mar hacia Tampico.

Reincorporación a México
Santa Anna se rehusó a reconocer la Independencia de Yucatán del territorio mexicano y prohibió la entrada de barcos con bandera yucateca al territorio mexicano, prohibiendo también el tránsito de barcos mexicanos a Yucatán. Esto anuló todo el comercio de la península con México. Al romper los lazos comerciales con el centro del país mexicano, la economía yucateca se vio profundamente afectada. La economía yucateca estaba muy lastimada y sin el comercio con México se daba una situación muy difícil. Barbachano al saber que había derrotado a Santa Anna en el ámbito militar, decidió negociar con el gobierno centralista.
Yucatán puso sus condiciones al gobierno central y el conflicto encontró solución en el gobierno de Santa Anna, quien el 5 de diciembre de 1843 firmó unos convenios que otorgaban a Yucatán autonomía plena, pero reintegrándose a México con ese carácter excepcional. Se había logrado la reincorporación a México con un carácter excepcional diferente a la del resto de los estados, se reanudó el comercio entre los puertos yucatecos y los puertos mexicanos.
El territorio de Yucatán era una entidad soberana y con la facultad de elegir a sus gobernantes en su propio territorio, situación que no ocurría en el resto de los estados de México. La situación duraría poco, pues el gobierno nacional dispuso en febrero de 1844 que las leyes excepcionales en Yucatán eran improcedentes y esto generó gran desconfianza en la península. El presidente José Joaquín Herrera organizó su gobierno bajo un régimen centralista y al revisar los convenios con Yucatán se argumentó que eran contrarios a las Bases Orgánicas de su gobierno.
A finales de 1845 el Congreso Mexicano reprobaba los convenios de diciembre de 1843, los yucatecos sabían que se aboliría el carácter excepcional de su unión con México.




Editado por jofapa, Martes, 18 de Marzo de 2008, 18:01